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Como todo negocio, empresa, start up, tienes tu sitio o página web. Pero ¿te has planteado si realmente te sirve para atraer clientes? ¿De verdad funciona para lo que se supone que debe funcionar?
Los profesionales estiman que durante los primeros tres segundos el 95% de tus visitantes se formará una idea sobre tu web, y se irán si esa idea no es gusta.
No empieces por la estética. Es un error empezar por el diseño. Necesitas una estrategia. Cada imagen que utilices, cada formato de párrafo, cada color, tiene un significado. No importa que no sea intencional. Si no eres capaz de escribir de forma clara el mensaje que quieres comunicar, entonces no eres capaz de comunicar nada.
En el Plan de Marketing has tenido que haber definido qué es tu proyecto y a quién te diriges, utilízalo.
Debes tener completamente claro qué quieres transmitir, para plasmarlo bien. Y tienes que comprender a tu audiencia para entender cómo se lo tienes que contar.
El objetivo principal que definas será el primero que reciban tus visitantes.
Cuando tus visitantes vean tu web, van a juzgarla en segundos. El primer mensaje que le transmites a tu audiencia tiene que ser claro. Tiene que ser el más importante. Y tiene que enganchar. Todo en un vistazo rápido al inicio de la conexión con tu sitio. Define un objetivo de impacto que puedas expresar en una frase.
Antes de empezar a ofrecer opciones, piensa y define cuál sería el siguiente paso ideal. Hacia dónde quieres dirigir el tráfico.
La idea de una buena página de inicio es doble. Por un lado, transmitir un mensaje de impacto que enganche a tu audiencia. Por otro, dirigir a tus visitantes hacia tus productos o servicios. Diseña el recorrido ideal de tus posibles clientes, antes de diseñar la web.
Cada visitante gestionará de forma personal la cantidad de tiempo que te va a dedicar. Muchas veces no dependerá de tu estrategia. Cualquier circunstancia puede hacer que se interrumpa la visita. Así que debes ordenar la información para presentar lo más importante primero. Tienes que crear un impacto en la conciencia de tus clientes, lo antes posible.
Hazlo pensando en todo lo que ya has definido anteriormente. La estética cuenta, obviamente. Pero las decisiones se deben basar en lo que has establecido en los puntos anteriores. Encuentra la estética que se adapte a tu mensaje y a tu público. No cometas el error de tratar de adaptar una estética ya determinada a tu estrategia. No funcionará.
Tu página de inicio, como dijimos antes, tiene que comunicar el mensaje en un vistazo. Es tu tarjeta de presentación. Es el momento en el que generas impacto. No distraigas la atención con demasiada información o demasiadas opciones.
De un vistazo tu visitante tiene que comprender: a qué te dedicas, quién y cómo es tu público, qué te da valor y te diferencia del resto. Cuál es el mensaje que le quieres transmitir primero y cuál debería ser su siguiente acción.
Es mucho, sí. Por eso has comenzado por definir tantas cosas antes de empezar con el diseño.
Y hora ya, lo bonito:
Un sitio web es una herramienta para captar clientes, no una mera presentación. Intenta no centrarte en hablar de ti. No se trata de ofrecer información sobre tu empresa. No es un medio de comunicación. Es un elemento para captar clientes, para convertir visitantes en negocio. Si no estas ganando clientes, los estás perdiendo.
Desde CEU Alumni queremos recordaros que nosotros seguimos trabajando desde casa. Pero seguimos y formamos comunidad en redes. Búscanos y mantente al día. #EstamosJuntosenEsto #AprovechalaCuarentena #SacaPartidoalaCuarentena
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