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14 de marzo. Se decreta el confinamiento para todos. Una situación nueva, que nos “obliga” a olvidar el presentismo y cambiar a marchas forzadas al teletrabajo… Esto ha hecho que muchas empresas, o más bien, muchos trabajadores se replanteen la necesidad de volver todos los días a la oficina.
¿Estamos realmente preparados para mantener este nivel de teletrabajo? ¿O “calentamos la silla” incluso teletrabajando?
Según estudios realizados por NordVPN Teams, publicado en Forbes, raíz de esta pandemia por el COVID 19, los empleados españoles trabajan desde casa dos horas más al día.
Reunión de estatus para ver las tareas de la semana. Otra reunión para tratar la próxima reunión con el cliente. Reunión para hacer brainstorming sobre un proyecto X. Reunión de revisión o planificación de objetivos. El trabajo en equipo exige reuniones, pero únicamente deberían realizarse las necesarias. Además, debemos planificarlas antes y dirigirlas correctamente para que sean operativas y eficaces. En ningún caso para controlar a la gente o juzgar cómo distribuye el tiempo cada uno.
La falta de un buen liderazgo basado en la delegación y la confianza, así como la falta de la dirección por objetivos, hace que muchos responsables de equipos utilicen las reuniones como forma de control.
Según un estudio publicado en GlobalWebIndex, el 74% de personas que teletrabajan revisa su correo fuera del horario laboral. Frente al 59% de quienes no trabajan desde casa. Si bien no es tan invasivo como una llamada, genera estrés y frustración.
La hiperconexión nos hace estar inconscientemente mucho más pendientes de no perdernos nada. Y al tener la tecnología y la oficina en casa tan a mano, perdemos la noción del tiempo. ¿O no la perdemos, y conscientemente enviamos correos para que “vean que hago más horas” o que “trabajo hasta tarde”?
Porque no sabemos desconectar y porque queremos “demostrar” que estamos cumpliendo con los horarios y objetivos fijados. Por el qué dirán o por el simple hecho de destacar.
El concepto “estar siempre disponible” es el presentismo del teletrabajo.
El hecho de saber que los empleados están teletrabajando genera inseguridad a los jefes, managers o responsables de equipo. No poder verles sentados en sus puestos podría generar desconfianza. Pero hay algunas cosas que, bien trabajadas, allanan el camino para un liderazgo en remoto de éxito.
El teletrabajo nos abre una ventana nueva de posibilidades en los entornos profesionales. Pero para implantar correctamente una cultura de teletrabajo necesitamos romper con los antiguos mantras del presentismo laboral y desarrollar una estrategia y sistema que haga que realmente funcione.
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