LA EDUCACIÓN EN VALORES COMO HABILIDADES DEL FUTURO.

Integrando desde el colegio los valores tradicionales con los que nos capacitan para el futuro.

En un tiempo en el que parece que la humanidad está falta de valores, nos preguntamos… ¿es que la sociedad ha perdido el juicio? ¿Es que nadie les ha enseñado unos valores básicos? Sin llegar a extremos exagerados, a veces es bueno parar y reflexionar sobre nuestras bases.

Los valores capacitan. Nuestros valores son la base de los negocios, los que realmente nos mantienen a flote tanto personal, como profesionalmente.

Y como con las crisis económicas o sociales, el individuo también sufre una crisis de pérdida de valores, por la complejidad generacional, la globalización económica o transformación cultural. También intuimos que van “apareciendo” nuevos valores asociados a los nuevos paradigmas socioeconómicos.

Entonces ¿dónde forjamos esos valores? ¿Se aprenden en casa, en la escuela o como experiencia de vida? Definitivamente, sí a todo. Pero comenzando por el principio, por la base.

Ahora más que nunca debemos perder al miedo a hablar de valores en la educación. Educar en valores es capacitar a los más pequeños de los mecanismos que necesitarán para desarrollarse en la comunidad.

Valores, valores… siempre hablando de valores, pero… ¿cuáles son estos valores? ¿cuánto deberían “evolucionar” para ser una herramienta eficaz del mañana?

Partimos del haber de valores tradicionales

Responsabilidad, honestidad, generosidad, compromiso y gratitud no son palabras vacías más propias de otras épocas. Son la estructura básica para interpretar la educación. Pero la educación de hoy tiene que ir más allá, tal como lo hace la sociedad.

Creatividad y pensamiento divergente o inteligencia emocional son habilidades imprescindibles para el correcto desarrollo de la persona.

¿Nos hemos planteado cómo preparamos a los más pequeños en este campo?

Los valores como habilidades del futuro

En la sociedad del futuro la educación en valores se queda incompleta si no se reinterpreta desde el punto de vista de la creatividad y las nuevas habilidades.

Las nuevas habilidades se convierten así en los valores del futuro (que a su vez se quedarían vacíos sin los tradicionales).

Cuando hablamos de creatividad nos referimos al proceso por el que generamos nuevas ideas con valor. Es la capacidad del individuo de encontrar nuevos caminos o de reinterpretar los obstáculos para llegar a nuevas conclusiones. También para los valores. El psicólogo y escritor maltés Edwar de Bono define el pensamiento divergente como la resolución de problemas por caminos no ortodoxos o aparentemente ilógicos. Es una nueva forma de usar la creatividad para resolver los problemas.

Los valores del futuro buscan dotar, por ejemplo, de capacidades para el emprendimiento. E irán apoyados en el esfuerzo, empatía, superación o responsabilidad para desarrollar a los líderes del mañana.

Son muchas las herramientas necesarias para el completo desarrollo personal. Por eso y por su importancia a largo plazo, los centros educativos CEU trabajan desde el colegio tanto lo tradicional como la preparación para el futuro profesional. Una mirada 360º.

Formamos con acciones encaminadas a preparar a los pequeños para la sociedad de SU FUTURO.

¿Quieres conocer algunas de ellas?

• Programas de Creatividad en las aulas  y fomentando el Pensamiento divergente .
• Aprendizaje basado en el emprendimiento (con actividades como el Junior CEU Emprende / Cursos de emprendimiento en Claudio Coello)
• Formación en habilidades “soft” y valores: “Líderes con corazón”
• El aprendizaje basado en el pensamiento, TBL (Thinking Based Learning), incentivando el pensamiento desde las edades más tempranas, aumentando su creatividad y su juicio analítico.
• La inteligencia emocional para una buena gestión de las emociones como habilidad inteligente.
• Competencias STEAM. La materialización de las tecnologías de la información y la educación en áreas como la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

En un mundo que cambia cada día es necesario plantear las herramientas necesarias para que los más jóvenes puedan recorrer el camino que tienen por delante con éxito asegurado.

Educar en valores (tradicionales y futuros) significa participar en un auténtico proceso de desarrollo y construcción personal.