Contrata tu seguro de Hogar con MAPFRE con un descuento del 30% y tendrás incluída:
- reparación de electrodomésticos
- nueva cobertura de atasco
- tu perro protegido
- asistencia informática incluida
Como seguro que con esta información aún no te ha quedado claro, vamos a ponernos un poco más creativos. Visualiza un partido de rugby. ¿Has visto alguna vez una melé? Quizá sea la imagen que más fácilmente te venga a la mente.
La ley nº20 del reglamento del juego establece que 8 jugadores de cada equipo, asidos en tres líneas, se opongan unos a otros para disputar el balón. Es la melé o, en inglés, scrum.
Se colocan todos los jugadores enfrentados en filas y buscan conseguir un objetivo común: la posesión de la pelota, que está en el centro. Deben moverse todos juntos, readaptando sus posiciones poco a poco. Se mueven como una matriz bien engranada, en la que todos influyen en todos. Corrigiendo cada poco tiempo su trabajo, en función de la situación, para conseguir el balón.
Esto es la esencia de la metodología SCRUM. Y se fundamenta en el trabajo en equipo, organizado y altamente productivo.
Los jugadores (llamémosles desarrolladores de software), no trabajan aisladamente. Un equipo SCRUM trabaja en conjunto de manera organizada para lograr tareas claras hacia una meta común.
Esta comparación deportiva la hicieron Ikujiro Nonaka e Hirotaka Takeuchi en la década de los 80. Publicaron en 1986 en la Harvard Business Review el artículo “El nuevo nuevo juego para el desarrollo de productos”. Así abrieron la veda haciendo que evolucionara y se haya extendido por otros sectores, más allá del tecnológico.
Sigamos con las comparaciones deportivas. La metodología tradicional sería una carrera de relevos (que entra en conflicto con el objetivo de obtener la máxima velocidad y flexibilidad), mientras que SCRUM, como acabamos de ver, se asemeja a un partido de rugby (el equipo intenta avanzar como equipo, enviando el balón hacia atrás y luego avanzando).
La filosofía de trabajo más tradicional es en formato cascada: hay una fase previa de diseño, una fase de desarrollo y una fase final de pruebas. El trabajo se comporta como el agua en una cascada, fluye en orden y sin vuelta atrás.
SCRUM tiene la ventaja de que es un modelo mucho más adaptable, admite cambios de última hora en el producto y reajustes.
La característica básica de este modelo es que se mueve en ciclos cortos de trabajo, de ente 2 hasta 4 semanas, y con una coordinación completa entre todos los agentes que intervienen en el proceso. Es como avanzaría una melé luchando por el balón.
Se solapan diferentes fases de desarrollo, en lugar de llevar a cabo una planificación secuencial o de cascada.
Es, por tanto, más flexible a los cambios, más productivo y con menor riesgo.
Esta metodología está especialmente indicada para proyectos que se mueven en entornos complejos.
Son proyectos que requieren resultados rápidos, con requisitos cambiantes y que exigen una elevada productividad.
La metodología SCRUM se utiliza principalmente para el desarrollo de software. Pero tal como ocurre con otras metodologías como el Agile Management, otros sectores están aprovechando sus beneficios implantando esta metodología en sus modelos organizativos. El SCRUM es, precisamente, una evolución del Agile Management.
No es necesario, ni siquiera conveniente, utilizar la metodología SCRUM en todo tipo de proyectos. Lo ideal es aplicarlo en proyectos con riesgos de sufrir bastantes cambios durante el proceso.
Se está utilizando también, para resolver situaciones concretas en las que no se está entregando al cliente lo que necesita, entregas que se alargan, costes que se disparan o calidad inaceptable.
Es una metodología relativamente fácil de implantar. Además, consigue resultados rápidos ya que evita la burocracia y la documentación.
La metodología Scrum es tendencia en la gestión de proyectos. Es un tipo de metodología AGILE que te servirá si trabajas en un sector en el que el nivel de incertidumbre es alto y tu trabajo ágil y dinámico. No se necesita experiencia previa, solo empezar teniendo un plan de proyecto. Ya solo queda aplicar las normas básicas: establecer roles, eventos y tiempos. Puedes probar con esta sencilla guía.
Qué, ¿te animas a empezar?
Contrata tu seguro de Hogar con MAPFRE con un descuento del 30% y tendrás incluída: