“Resiliencia: resurgir tras la crisis” reflexiones de Patricia Alarcia, Alumni CEU
RESILIENCIA POST COVID
Hemos atravesado aguas turbulentas por el COVID-19, sufrimos por nuestra salud, la salud de los nuestros, las secuelas físicas o psíquicas que el virus ha dejado, los seres queridos que han fallecido, las semanas de confinamiento en casa llenos de incertidumbre y también sufrimos por el impacto negativo que está teniendo en la economía, en el trabajo.
Cuando nos enfrentamos a una situación de crisis lo primero que experimentamos es un estado de shock. No podemos creer que una situación tan devastadora y desconocida esté sucediendo, lo negamos, entramos en confusión y pasamos a un estado de ansiedad. Estos estados emocionales son los que hemos sentido todos cuando comenzó la pandemia.
La soledad y el aislamiento son la mayor causa de los fracasos personales y profesionales. Crea networking, no estés solo.
Mira el presente y acepta la realidad. Debemos afrontar la incertidumbre como camino hacia nuestra transformación. Identifica tus recursos internos, dales valor.
Genera visibilidad, pero no como fuegos artificiales que luego desvanecen, muestra tu diferencia.
Piensa en tus fortalezas, en aquellos momentos pasados que también fueron difíciles pero que saliste adelante. ¿Qué hiciste? ¿Qué hizo que funcionara?
Céntrate en cosas concretas que puedes poner en marcha, lo concreto es lo que inicia el cambio, no las generalidades.
Intenta salir de tu esquema mental de ayer, asume pequeños riesgos. Ha llegado el momento de apostar por ti y confiar en tus recursos internos.
Comparte tus ideas con las personas de tu confianza, contrasta tus proyectos. No tengas miedo a las críticas.
Aunque te angusties no pares de estar en el presente y proyectar un futuro. Sólo lo que somos capaces de abordar lo podemos cambiar, transformar.
Piensa en tus propios objetivos y evita ser rehén de los objetivos de los demás.
Ahora es el momento, invierte en tu I+D emocional. Sólo desde un equilibrio psíquico y emocional se pueden afrontar las crisis.
Ser resiliente consiste en aceptar la realidad, escucharnos a nosotros mismos, confiar en nuestros recursos internos, conocer nuestras potencialidades, superar la adversidad y salir fortalecidos.