Me temo que en esta partida de póquer (a nivel mundial) hemos coincidido todos los jugadores en que el sentido que se ha inculcado de cómo afrontar la vida para las nuevas generaciones era equívoco.
En una sola fase y de golpe, pasamos de estar preocupados por la peligrosidad real de la pandemia a un modo "confiado". Enrique nos trae esta interesante reflexión que no debería pasar desapercibida por todos.
Opositar pone al límite tus capacidades y traspasa en muchos momentos hasta lo “razonable”. pero no es una locura. Requiere una inversión personal prácticamente del 100%. Vamos a por todas.