Cada día que pasa ponemos más atención en cómo hacer que los mercados funcionen mejor. Pero… ¿no crees que quizás estemos olvidando algo? Las personas no son meros agentes al servicio de los poderes económicos. Entonces, el modelo de economía debería funcionar para mejorar la vida de las personas.
¿Te animas a apostar por la “economía del bien común?
“La economía hoy deja a las personas de lado. Idolatramos el dinero” (Papa Francisco).
El Papa Francisco ha defendido una idea así en el Parlamento Europeo. Y lo lleva haciendo desde que llegó a Roma. Vivimos en una sociedad que idolatra al dinero. Hemos dejado de poner a las personas en el lugar protagonista. La economía y el dinero deberían ser herramientas para conseguir un mundo mejor.
Las personas son seres que, de forma inherente, tienen dignidad. Y es esta dignidad lo que hace a la persona un ser valioso. El valor que tiene una persona no puede ser cuantificado, y menos entendido en términos económicos.
La dignidad humana como centro de todo
En algún momento hemos olvidado que la persona es digna, valiosa, y como tal, debería estar en el centro de cualquier actividad. La economía debería entenderse desde este prisma.
La gran pregunta es si de verdad es posible poner a la persona en el centro de la economía. En realidad, la respuesta es demasiado evidente: SÍ, y además no hay otro camino.
Los nuevos modelos que demandan los mercados nos piden que apuntemos en esa dirección. La gestión de las personas es la base de todos los programas de liderazgo. Las empresas saben que el valor real lo aportan las personas. Y que cuanto más felices y mejor están, mejor funciona todo
La forma de entender los RRHH ya no tiene solo un punto de vista económico y legal. Se trata de aportar valor a cada uno de los miembros de un equipo. De hacerles sentir bien con lo que hacen. De preocuparse por su desarrollo personal, por su conciliación familiar, por su motivación y reconocimiento.
En el fondo, todo esto no es más que devolver la dignidad a la persona dentro del modelo económico.
Todo va de volver a poner a la persona en el centro.
Cada vez son más los modelos económicos que quieren encontrar un sistema que equilibre el buen funcionamiento del mercado con una forma ética de llevarlo a cabo. Hemos hablado de la economía circular, en la que se tiende a eliminar la producción de deshechos. Todo se reutiliza. Los nuevos modelos de liderazgo se basan en la capacidad para hacer que las personas se sientan bien.
En una sociedad que cada día se despersonaliza más, tenemos la responsabilidad de hacer algo.
No es la sociedad la que se despersonaliza, somos nosotros. Es nuestra responsabilidad dirigir los modelos hacia la persona. Si también es la tendencia de los mercados, entonces no hay más que hablar…
¡Apostemos por la economía del bien común, es la economía del futuro!
Para dar cobertura a esta iniciativa papal y contribuir con nuestro granito de arena, el CEU IAM, y el Área de Universidades CEU, junto con otras organizaciones, celebrarán un ciclo de conferencias que durante los próximos seis meses serán el impulso de una nueva economía en nuestro país bajo los auspicios de la “Economía de Francesco”.
Se trata de 3 sesiones de trabajo sobre 3 modelos económicos y de empresa que nos ayuden a generar una aportación colectiva y orientada a la práctica.
Durante estas interesantes conferencias contaremos con la participación de un ponente principal. Además, podrás colaborar activamente a través de grupos de trabajo.
Descubre más pinchando aquí.
¡Sé parte del cambio!