“El problema es que mi gente no se hace responsable de conseguir resultados” ¿Cuántas veces he escuchado esto? ¿Cuántas veces me he quejado yo de esto? ¿Cuántas veces he culpado a mi gente de no lograr buenos resultados por su falta de compromiso o implicación?
Si bien todos podemos hacer más y esforzarnos con un mejor criterio de negocio, por favor, créeme cuando te digo que generalmente no hay mala intención cuando algunos de tus colaboradores no logran los resultados esperados; no suelen hacerlo a propósito para fastidiarte. La verdad es que en la mayoría de los casos la brecha entre lo esperado y lo realizado suele responder a una mala definición de objetivos, falta de claridad en la descripción de roles, funciones o responsabilidades, recursos mal dimensionados, estrategias deficientes, etc. En el fondo, los mánager generan sus propias fuentes de frustración y limitan su capacidad para demandar consecución de resultados a sus colaboradores.
Los objetivos se explican; no se venden. Las expectativas de tu equipo las debes definir o matizar con precisión; no las aceptes con silencios ni opiniones sobre un futuro que no depende de ti. No te justifiques; asume tu responsabilidad y ejerce tu liderazgo con diligencia. Si necesitas mejorar el nivel de desempeño de tu equipo para que consigan alcanzar resultados superiores, ataca el reto desde tu posición de liderazgo.
Comprueba lo que has pedido y cómo
No se trata de buscar culpables; tampoco se trata de cubrir los vacíos de los demás con un esfuerzo extra de tu parte. Las preguntas por responder son: ¿por qué algunos no llegan a conseguir lo que les corresponde? ¿cómo puedo ayudarles? ¿he dejado claro lo que esperaba de cada uno? ¿Saben que pueden contar conmigo?
El seguimiento regular del progreso de nuestros colaboradores es vital para mantener a todos alineados y conscientes de los retos a superar, de los objetivos a lograr y de los obstáculos a superar.
La ambigüedad en la definición de roles y responsabilidades contribuye a la desconexión y la apatía de aquellos que reclaman más propiedad sobre los objetivos asignados. El nivel de exigencia y responsabilidad personal aumenta conforme las personas sienten que son dueños de su trabajo y del resultado final de su esfuerzo.
Javier Moreno Zabala. Alumni CEU.
Socio fundador de la firma Dealing with People