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El Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions cuenta con un programa de academias para young lions que tienen como objetivo “ayudar a acelerar las carreras de los jóvenes talentos para convertirse en la próxima generación de líderes de la industria”. Una de ellas es la Academia Roger Hatchuel y este año, he tenido la suerte de ser una de sus alumnas.
Posiblemente es una de las preguntas que todos nos hacemos en los últimos años de carrera o una vez terminamos. Uno de los lugares que me ha ayudado a dar respuesta a esta pregunta ha sido la Academia Roger Hatchuel, que está dirigida a jóvenes de diferentes nacionalidades (este año han sido 32) que están empezando en el sector de la comunicación y la publicidad para enseñarles la industria de una forma más cercana. Y en este 2019, he tenido el orgullo de ser una de sus alumnas representando a mi país y a mi universidad.
Los cinco días que pasas en la academia están divididos en sesiones en las que tienes la oportunidad tanto de conocer y charlar con profesionales de la industria como Fernando Machado, CMO de Burger king o Noor Tagouri, periodista norteamérica, como de recibir clases de estrategia o de cómo solucionar un brief en 48h.
Para mí, la experiencia en Cannes, ha simbolizado el principio de un nuevo viaje que pone fin a mi primera etapa de estudiante universitaria y da paso a otra más complicada: navegar en la industria. Y digo esto, porque creo que lo más valioso de esta semana es lo que pasa después con todo lo que aprendes.
La experiencia y el conocimiento que adquieres, cambian no solo tu perspectiva del trabajo, sino también te hace reflexionar sobre lo que tú puedes aportar al mundo.
Las experiencias que vivimos le dan forma a nuestra historia. Estar en contacto con otros jóvenes de tantas nacionalidades y culturas diferentes te hace comprender muchas situaciones y derribar prejuicios.
Y es que cada uno actuamos de una forma porque nos precede una historia: un quién eres, de dónde vienes, a quién escuchas, de quién te rodeas… que le aportan un valor único. Por eso, si tuviera que destacar dos aprendizajes de la Academia me quedaría con: tu historia es importante y no tengas miedo a ser quien eres.
El impulso que dan los directores de la Roger Hatchuel para crear lazos con tus compañeros es clave para no tener miedo a enfrentarte a tus inseguridades y a quien eres realmente empezando por algo tan sencillo como decir cómo te encuentras al principio y al final del día. Con su trabajo, crean un ambiente basado en el respeto y la escucha de tal forma que seamos capaces de ver lo bueno y el potencial de cada persona que nos rodea.
Muchas veces tratamos de imitar lo que vemos simplemente porque funciona, en vez de buscar qué nos diferencia para poder aportar. Asusta pensarlo, pero creo esta reflexión es un buen punto de partida para empezar en la industria.
Además, este año, la Academia Roger Hatchuel ha contado con el Creative Campus de Google como aliado. Un programa que “invierte en súperestrellas en ascenso de todo el mundo que se están preparando para comenzar carreras en la industria creativa” y que nos dio la oportunidad de conocer las oficinas centrales de Google en San Francisco este otoño.
Pero eso, ya es otra historia…
Laura García Pesquera, Alumni CEU
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